Cargando…

La piedra de Villamayor es la materia prima de la ciudad de Salamanca y arte en las expertas manos de artesanos y canteros. La piedra franca (o piedra de Caen) es una roca arcillosa, de origen sedimentario, de fácil corte y talla, muy apropiada para la ornamentación y la escultura. La arenisca de Villamayor se utiliza, tradicionalmente, como material de construcción, como podemos ver en las viviendas de la localidad y en los edificios y monumentos históricos-artísticos de la ciudad de Salamanca.

Recién sacada de la cantera es de color amarillo pálido, pero adquiere el color dorado con el paso del tiempo según se van oxidando las partículas de hierro que contiene, en contacto con el aire. Con el fin de promocionarla y reconocer su valor artístico, cada año se celebra una feria a mediados de mayo. En los vídeos que aparecen en la parte inferior podemos ver el proceso que va desde la extracción de la piedra en la cantera, su tratamiento y labra para su uso en el ámbito de la construcción y del arte.

Actualmente la arenisca de Villamayor se utiliza básicamente para la edificación de fachadas, piezas escultóricas y restauraciones de monumentos. Antes la piedra de Villamayor se utilizaba como muro de sustentación. Ahora se utilizan otros materiales, como el ladrillo y el hormigón, y luego se reviste la fachada con la piedra. Las piezas empleadas son muy variadas, aunque las más extendidas son las rectangulares de 10-12 cm de grosor con acabado raspado. La mayoría de producción se comercializa en forma de piezas rectangulares de un grosor de 10-12 cm. Hoy en día, la piedra de Villamayor está viviendo uno de sus mejores momentos y comienza a ser reconocida nacional e internacionalmente. En España, son muchas las ciudades que han utilizado la piedra de Villamayor como revestimiento para algunos de sus edificios emblemáticos tanto civiles como monumentales.

La Arenisca

La también conocida como Piedra Franca, es el material fundamental empleado en la mayor parte del patrimonio Histórico Arquitectónico de Salamanca y sus alrededores.

Entre sus características físicas más notables, destaca su facilidad para cortarla y para su labra y talla, siendo tanta la filigrana que admite su trabajo que dio origen a la denominación de Plateresco. Esta facilidad de fina labra se debe a la blandura que posee al ser extraida de la cantera, adquiriendo dureza con el tiempo y la pérdida de humedad. Es, por lo general, de grano fino a medio, deleznable al tacto, con coloraciones desde blanco-amarillento y pardo-rojizas, según el contenido en óxidos de hierro.

Tierra de Cantería

Villamayor se encuentra situada a 3 km. de Salamanca, y ocupa el extremo más meridional de la comarca de La Armuña. El municipio se asienta a ambos lados de la calzada de Salamanca a Ledesma. La proximidad de Salamanca ha permitido a Villamayor crecer y multiplicar su población. Las ventajas económicas a la hora de adquirir vivienda amplió la demanda de urbanizaciones y nuevas promociones que han proliferado en los últimos años.

Las industrias de cantería destacan sobre el resto de industrias en la zona. Las explotaciones se han realizado en Villamayor desde tiempo inmemorial. Las mayores extensiones no explotadas se encuentran entre las carreteras de Farmoselle-Salamanca y el río Tormes. En las cercanías del núcleo urbano quedan pocas zonas aprovechables. En la actualidad existe cierta dificultad para encontrar nuevos filones.

Las canteras son generalmente de dimensiones medianas y pequeñas, dependiendo de la extensión de las capas aprovechables. Las mayores extensiones no explotadas se encuentran entre las carreteras de Farmoselle-Salamanca y el río Tormes. En las cercanías del núcleo urbano quedan pocas zonas aprovechables. En la actualidad hay cierta dificultad para encontrar nuevos filones. Al salir de la cantera la arenisca tiene una «blandura» que facilita el tallado y labrado posterior, y que se irá perdiendo, endureciéndose al ir perdiendo su humedad natural.

Canteras y Extracción

Los titulares de los derechos mineros de Villamayor tienen autorizaciones y Concesiones Administrativas. Tras la operación de desbrozo, donde se retira el manto vegetal del suelo, se comienza a cavar hasta encontrar el banco de piedra. La obtención de piedra se hace hasta una profundidad explotable de 40 metros. La extracción se realiza a cielo abierto y suele ser fácil. Los dos principales problemas son la evacuación de aguas en tajo y el grueso manto de acarreos. La evacuación de agua se realiza con bombas.

Un sistema mecánico de discos sobre railes marca las líneas de corte del bloque. Primero señala la línea longitudinal, y luego el corte vertical, siguiendo el sentido de la veta de la piedra. El sistema tradicional, que aún se emplea, emplea las picas, y luego se levantan las piezas con cuñas y palancas.

Tras marcar hendiduras en la base del bloque, el cantero introduce cuñas en las hendiduras con el martillo hasta que el bloque rompe por la base. Por medio de palancas se separan los bloques de mampuestos del banco de piedra. La extracción de los mampuestos fuera de la cantera se realiza con cables y gruas. La grua de polea manual actualmente está en desuso. Por lo general, la presencia de una grua en el paisaje señala la situación de una cantera.

Las piedras se elevan hasta la superficie, donde se dejan secar unos días para que pierda humedad. Las canteras están sujetas a las obligaciones que marca la Administración minera y Medio Ambiente, entre las que destaca la obligación de restaurar los terrenos afectados por las actividades mineras o el llamado “canon de superficie”. El relleno del hueco de la cantera ha borrado así del paisaje actual las huellas de antiguas explotaciones.

Talla y Labrado de la Piedra

La piedra de Villamayor se caracteriza por su facilidad de fina labra. Esto se debe a la blandura que posee al ser extraida de la cantera, adquiriendo dureza con el tiempo y la pérdida de humedad. El proceso de talla comienza con los bocetos y maquetas preparatorias. Cuando el trabajo a realizar está definido, se puede comenzar la talla de las piedras a partir de los datos, dimensiones, ángulos, plantillas, etc. tomados.

Si se parte de la piedra en bruto hay que desbastar y reducirla al tamaño deseado. Hay que «cubicarla» (prepararla), lo que requiere: escuadra, reglas (varias para comparar planitudes), marcadores, rayadores (de hierro o tiza de color), escalifador (herramienta de máximo desbaste, como un cincel de boca ancha), puntero (desbaste más homogéneo, en algunos casos trabajan con picachón), bujarda, maceta, gradina (herramienta de dientes) y cincel (para hacer desaparecer las marcas de la granida). Ya preparada o cubicada la piedra se realiza el dibujo mediante plantillas en papel, cartón o madera y colocándolas sobre la piedra, rayar los cantos con el rayador, calcando el dibujo.

A partir de ese momento, dependiendo del trabajo, se actúa de varias formas. Corrientemente, se perfila con el cincel para evitar que cuando se ataca con el puntero, se dañe alguna zona que no se quería. Normalmente, se usan dos cinceles para tallar motivos geométricos tradicionales. Cuando hay dibujos más complicados como los lambrequines del escudo, por ejemplo, entran los punteros de desbaste, grabinas, cinceles, incluso a veces gubias, limas, etc.

www.villamayor.es/villamayor/piedra-de-villamayor